Ahora que casi nadie discute a Kurt Cobain como la última leyenda completa del rock and roll, es fácil apegarse a los gestos de dolor y homenaje de aquel otoño de 1994. Pero por entonces las cosas no estaban tan claras. No todo el mundo -seguramente ni siquiera él mismo- entendía que esa angustia irremediable era compatible con el puesto número uno de MTV.
El hombre suburbano
"El fenómeno Cobain empezó a repercutir en mí a partir de la forma en que la gente lo identificó conmigo. A tope. Pero si bien yo tengo algo de poeta maldito, nunca fui un tipo... Qué sé yo, cuando yo me tiré no me quise matar ni ahí. No tenía ese morbo que tenía él con la muerte. Tampoco me pasó eso que dejó dicho en la nota de suicidio, que quería ser como Freddy Mercury. ¡Mirá a quién eligió! Me parece un tipo súper suburbano, Kurt. Si viviera en Argentina estaría en Castelar. En serio. Nirvana sería un grupo del Oeste."
El auto-boicot
"Con Nirvana me pasa un poco lo mismo que me pasa con Marilyn Manson: me gusta más lo que representan que lo que hacen. De Nirvana no me gustan todas las canciones. Llega un punto en que me parece muy monótono, o hasta estúpido. Pero me gusta lo que defienden y también esa cosa anticomercial dentro de las posibilidades que te dan 200 millones de discos vendidos. Ir a un show y no tocar el hit, por ejemplo. Ese auto-boicot me parece interesante. Para alguna gente es antiprofesionalismo, pero para mí es muy romántico. Y ese tipo me parecía muy romántico. No era punk. Es decir, era punk en la desfachatez y en la generación, pero estaba muy tamizado por Neil Young, que fue el primer alternativo; por la cosa helpless de Neil Young. Desamparado."
El Folklorista
"Se juntó todo en un petisito que tenía mucha polenta. Tocaba la guitarra de una forma muy rara; era un mal buen guitarrista. Tocaba como si tocara folklore. Vos ves tocar a George Harrison, a Cafrune y al de Nirvana, y te vas a dar cuenta que Cobain toca como Cafrune. Las posiciones ortodoxas: la Mayor poniendo los tres deditos acá, el mi Mayor así... Jamás escuchó jazz en su vida, ni quiere saber lo que es una séptima. Eso me parece bueno. Es raro, por eso llamaba la atención. Y como cantante es buenísimo. La fonética del tipo es muy musical, tiene algo johnlennonesco en el rango de voz. O sea: es buenísimo en todo, ¿qué querés que te diga? ¡Es mejor que yo, lo siento!"
La Heroína
"Escuchando Nirvana en Punta del Este, con la pata apoyada en la ventana, vino una tormenta terrible, cayó el vidrio y me cortó el tobillo. ¿Ves? Acá tengo una cicatriz chiquitísima. Me quedó el hueso al aire. Me inyectaron morfina en la médula. Me dijeron «Te vamos a tener que inyectar morfina». Y yo contesté: «¡Ponele más, boludo, ponele toda la que quieras!». Esa fue la vez que se armó todo el quilombo y me echaron de Punta del Este. Me fui caminando del hospital a la casa de David Lebón en José Ignacio. A lo que voy es que eso es lo que hace la morfina, una sensación de bienestar increíble. Pero no es muy práctica. Imaginate la heroína... Yo la fumé, no me la inyecté nunca. Pero si es como dicen, debe ser tremenda. Y Kurt pretendía curarse el dolor de estómago con heroína. Tampoco era muy práctico que digamos."
El amor duro
"Parte de la identificación que siento con él, supongo, tiene que ver con que a mí también me internaron, y pasé cosas como él. Hay algo que quiero que se publique: estoy absolutamente en contra del método que utilizaron la Courtney y mi mamá para internarme a mí e internar a Kurt. Eso que se llama amor duro . Es un método que consta en no explicarle nada al que se supone que está mal, cerrarle todas las vías de acceso a cualquier tipo de cosa, dejarlo en la lleca... «Prefiero que esté muerto antes que sea drogadicto», eso lo escuché de mi propia madre. Te vuelven loco. Y una vez que te vuelven loco, firmás un papel y te intervienen. Te cortan la vida, te sacan de tu casa, te cagan a trompadas, te meten en una clínica de hijos de puta que hacen guita con eso, que curran con la merca, la heroína y los padres adinerados de los adictos del mundo."
La love
"Para mí a Kurt lo volvió loco la mujer y no sé quién más. Yo a Courtney la odio, la odio, la odio... Me acuerdo de Evan Dando [cantante de los Lemmonheads y sospechado amante de Love], en esta misma cama, después de cagarnos a trompadas con todo el mundo en Júpiter [el boliche que tenía García detrás del Alto Palermo], llamando a Courtney Love y teniendo discusiones a los gritos sobre un revólver... Esta Courtney... Yoko Ono es un poroto al lado de ella."
La alternatividad
"Lo que digo es que si vos escuchás un disco de Nirvana y entendés un poco de música, te das cuenta de que tocan como la puta madre. Eso es lo que lo diferenciaba del resto de los alternativos, o del grunge. Eran los únicos alternativos que tocaban bien. Ahora alternativo es casi bueno . Si no sabés tocar muy bien sos alternativo. Progresión de acordes inusuales, blablabla... ¡No, es que están mal! Ellos en cambio tocaban recontra-fuerte. Mezclaban sensibilidad Paul McCartney con heavy metal y Ramones. Y les salía algo bastante original. En vivo eran tremendos. No los vi en persona, pero vi videos, como ese de Brasil en el Kurt sale con una silla de ruedas, igual que yo en la presentación de La hija de la lágrima . Eso no se puede fabricar, es infabricable. Eran eso. ¡Y encima sonaban como Led Zeppelin!"
La mala vida
"Las historias que cuenta Cobain de su niñez son terribles. Por más que la camisa de franela a cuadros sea divina, a mí no me hubiera matado la de nacer en el Parque Yellowstone y que me viole mi tío y ser más pobre que un gusano y todo eso. Y vivir en una ciudad que tiene el monumento a la aguja espacial y... Qué sé yo. Se dieron todas las coordenadas como para que el pibe, siendo inteligente, tuviera la sensibilidad a re-full. Y se enamoró e hizo todo como cualquier buen hombre despierto hubiera hecho."
El club de los 27
"¿Sabés el chiste del club de los 27 [habla de los músicos muertos a los 27 años]? Hay una fiesta del club de los 27 en el cielo o en el infierno, donde sea. Están todos: Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones, Jim Morrison, Kurt Cobain... Hay una gran zapada, pero falta un baterista. Suena la puerta y aparece... ¡Karen Carpenter! Pobre Karen... Anoréxica. No tocaba mal la batería, pero te la encargo."
La muerte joven
"Jodas aparte, no sé como habría seguido la vida de Kurt. Podría haber tenido un final feliz, amigado con Courtney y todo, o podría haber sido un desastre. Teorías de velorio. Esos que dicen que el que se mata es un cobarde... Para mí hay que ser muy valiente para matarse. Tenés que tener un dolor realmente muy fuerte. Todos alguna vez nos quisimos matar entre comillas. Pero de ahí a hacerlo... No le veo el negocio a la muerte joven, ¿entendés? Hacer algo para que lo disfruten los demás es estúpido. Es lindo en los otros, pero en uno no es muy práctico. No podes levantarte al día siguiente para ver la noticia en el diario."
Texto y entrevista de Pablo Plotkin
(publicado en Rolling Stone Argentina)
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