vidate del rock nacional", vaticinaba la entrada del concierto que Charly García presentó en La Trastienda Club, el primero de los seis que el músico continuará presentando en el barrio porteño de San Telmo los días 3, 4 y 5 de septiembre. Sin embargo, entre fotógrafos, luces y un público ansioso, se iba gestando el clima de que algo importante iba a pasar: el icono del rock argentino presentaba su último disco "Kill Gil". Alrededor de las diez de la noche, con la sala llena de gente, las luces se apagan y el telón comienza a abrirse lentamente cuan obra de teatro, sobre el escenario todo parecía estar en el lugar indicado. Con una capucha negra en la cabeza que se asemejaba a la de una parca, Charly se hallaba en el centro, de espaldas al público y rodeado de teclados. A su alrededor, lo acompañaba su banda conformada por los tres músicos chilenos Kiushe Hayashida en guitarra, Tonio Silva Peña en batería y Carlos González en bajo, y una extraña muchacha cubierta con una túnica negra que sólo le permitía mostrar sus ojos. Apenas un plástico transparente separaba al cantante del público, transparencia que la joven se encargaría de quebrantar con diversas inscripciones en aerosol a medida que pasaban los temas. "Kill Gil, último acto", fue la anotación que dio el puntapié inicial para que la música comenzara a sonar de la mano del tema "No importa". Dividido conceptualmente en dos partes bien diferenciadas, en sus primeros 45 minutos el show estuvo centrado en las nuevas canciones de "Kill Gil". Cantando sobre el sonido de un play back de fondo, García abandonó la guitarra del primer tema y se aferró a los teclados para tocar "Los fantasmas", "Un corazón para colgar", "Kill Gil - Transformación", una reversión del tema "Transformaciones" de Serú 92, y "In the city that never sleeps". Luego, con su clásico whisky en la mano, el músico le dedicó a su madre "Corazón de hormigón" que, según comentó, fue "la primera canción que compuse en mi vida, a los nueve años". "El corazón es blando, el corazón perdona, pero tu corazón parece de hormigón. Por eso a ti te pido ablandá tu corazón", entonaba Charly, divertido, con la picardía de un niño. Su hijo Miguel tampoco quedó afuera, y recibió la dedicación del tema "Pastillas". "King Kong", también conocido como "La rehén o la novia", "Telepáticamente", "Happy and real", en su tercera reversión luego de las hechas en sus otros discos "Tango 4" e "Influencia", y el cover de John Lennon "Mirando las ruedas" cerraron la primer parte del espectáculo. Cierre que incluyó un agradecimiento al ex Beatle y, por su puesto, una histriónica bajada de pantalones detrás del plástico que, ya para ese entonces, contaba con su superficie cubierta por las frases "Kill Gil, último acto/Y nadie es feliz/Y hate NY/El hito/En qué frecuencia estás/Goodbye". Con un intervalo de apenas diez minutos, la guitarra comenzó a sonar más fuerte en las manos de García y "Demoliendo hoteles" le anticipó a la noche una larga lista de clásicos. El rock tomaba cada vez más presencia con "Tango", "El amor espera" y "Lo que ves es lo que hay (todo el mundo quiere olvidar)". Al momento de su "Influencia", el músico bicolor le dedicó la canción a su amigo Liv Tyler, cantante de la banda "Aerosmith", y con gran desprecio criticó al periodista Eduardo de la Puente por su libro "Aerosmith es una mierda y otros cuentos sin música". Desde la actual candidata a presidenta Cristina Fernández de Kirchner, hasta el reality de Marcelo Tinelli "Bailando por un sueño", Charly no se privó de hablar ni de ironizar sobre nada y le hizo honor a su perfil polémico con frases como "¿Qué diferencia hay entre la prostitución y la televisión? Ninguna, la prostitución es más barata". Pasando inclusive por el fatídico 30 de diciembre de 2004 cuando, a modo chiste, señaló: "Leí por ahí que el hombre de Cromagnon sabía prender el fuego pero no apagarlo". "Ahora viene la parte de 'Bailando por un sueldo", adelantó García mientras refregaba el caño del micrófono con mirada picaresca al momento de comenzar a entonar "Tu vicio", canción a la que le siguieron "I'm not in love", "Adela en el carrousel" y "Nos siguen pegando abajo". "Demuestren al mundo que acá también tenemos party", señaló al público antes de comenzar a tocar "No llores por mi Argentina" y, acompañado por los fervientes aplausos y cantos de la gente, nuevamente quedó demostrado que "la alegría no es sólo brasilera". "Funky" y "Eti Leda" confirmaron lo antedicho con sus letras cantadas a capela entre el clima festivo que inundaba la sala. Tras dos horas de un impecable show, para el momento de los bises, el cantante de los Ratones Paranoicos, Juanse, subió al escenario y "rockeando por un sueño" tocó en conjunto con García "Desarma y sangra" y "Cerca de la revolución". Como en todo recital del legítimo Say No More, el pogo se hizo presente y tanto Charly como Juanse se tiraron al público para nadar sobre las manos de sus seguidores, cada vez más jolgóricos de poder entrar en contacto con su ídolo. En línea con la ley motive de su ciclo de conciertos, Charly recalcó a su público "olvidate del rock nacional, el rock no es nacional" y, como quien tira la primera piedra, una pregunta dejó flotando entre los allí presentes: "¿Hay vida inteligente en el rock?".
1. Charly García - No importa (6:25)
2. Charly García - In the city that never sleeps (2:55)
3. Charly García - Pastillas (2:56)
4. Charly García - La rehén o la novia (2:39)
5. Charly García - Corazón de hormigón (3:05)
6. Charly García - Kill Gil - Transformación (6:57)
7. Charly García - Break it up (2:15)
8. Charly García - Un corazón para colgar (1:58)
9. Charly García - Los fantasmas (3:21)
10. Charly García - Telepáticamente (5:26)
11. Charly García - Happy & Real (4:01)
12. Charly García - Mirando las ruedas (4:03)
13. Charly García - Play with fire (2:42)
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