miércoles, 16 de julio de 2008

Los llamados de ayuda de Charly García antes de su internación

Por Elizabeth Garrido (Infobae.com)

El cantante le había anunciado a un amigo íntimo que "estaba a punto de una transformación". La espera y el pedido de una atención adecuada para el artista.




Pocos son los artistas que Charly García eligió para exponer su arte en otras ramas paralelas a la música y plasmarlo en otros universos.

Pero el artista Gustavo Masó lo logró y llegó a conocer el mundo del cantante desde la visión no sólo de un admirador de su arte, sino de un espectador de la vida de un músico genial que debe luchar contra sus fantasmas instalados.

Hoy el artista atraviesa un momento difícil en donde, internado en una clínica psiquiátrica, lucha para volver a gozar de lo que siempre, incuestionablemente, llenó su vida.

"Charly venía anticipando esta situación y este cambio hace ya un buen tiempo, en su intimidad sabía qué fichas podía perder o ganar luego de una determinada jugada -afirmó Masó a Infobae.com- y él tiene dos cosas: es muy consciente de su juego y es muy arriesgado en el sentido que no importa lo que pase, el objetivo está en seguir el instinto, ser intuitivo".

El artista señaló que Charly García le comentó en una oportunidad su situación como muy particular. "Estoy pasando a un estado, a un lugar, transformación o teletransportación, ahora estoy empezando a lucir diferente, menos desgarrado, y podrías generar sobre eso...", le habría dicho el cantante a Masó antes de su último recital en Mendoza en donde culminó su estadía con un hecho de violencia y una internación de urgencia.

"Este último tiempo estuvimos trabajando en nuestro proyecto "El que el mundo se olvidó": Charly hizo el último cuadro, titulado "Venus", en el cual dice 'me caigo en los brazos de la Venus de Milo'", asegura Masó, quien considera que García esperaba caer en un manto de contención "sin manos, sin que lo pudiera sostener en el vacío"

Solo, en la mente de todos
El ícono del rock nacional hoy intenta recuperarse en un centro de rehabilitación de Parque Patricios en donde sólo pueden ingresar su hijo, Migue García, y el cantante Nito Mestre. Aunque tras los paredones del lugar hay miles de fanáticos que quieren volver a verlo tocar, en la actualidad sólo estas dos personas, su hijo y un amigo de siempre, pueden palpar su mejoría.

"Yo estoy seguro de que esto de ahora acomodará algunas cosas que venían fuera de lugar, en relación a su hijo, siempre y cuando Migue manipule con cuidado los hilos que en este momento tiene en su poder...hace poco tuve un encuentro violento con Migue García en el edificio, a través de un ascensor, policía de por medio, y me dí cuenta de lo fácil y peligroso que es manejar diferentes personalidades dentro de uno, personalidades múltiples al servicio de la mirada ajena".

"Por eso me comuniqué con Nito Mestre, su amigo del alma, por el temor de que Migue intente tirar de más de uno de esos hilos. Sé que Nito no va a dejar que se corte nada", afirma el artista y deja un gran signo de interrogación con respecto al tratamiento que se le está aplicando al músico.

Durante esta situación de "bisagra o cambio", como la señala Masó, el artista plástico destaca la necesidad del músico por ser reconocido con una buena imagen ante los demás. "Él quería ver en los ojos de la gente su reflejo nuevo, ya sea por medio de una obra o siendo más cuidado por su gobierno, verse bien a través de los demás".

Lamentablemente, esa "bisagra" tuvo un costo violento y estrepitoso, un grito que llegó a sobrepasar los límites de lo artístico y lo dejó con una nueva oportunidad. Hoy no son las voces de un estadio las que lo acompañan, pero sí el silencio del deseo de reafirmarse como un talento indiscutido y salir de la sombra que lo persigue y abraza desde hace mucho tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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