miércoles, 31 de octubre de 2007

MTV Unplugged Video Charly García!!! Descarga


Descarga "Tango 4" "Charly García"


Fito analiza a Charly ¡Ojo con García!





Carta de un músico a otro: Páez revisa puntillosamente la obra del señor de bigote bicolor y levanta la voz para decir que es necesario tomárselo muy en serio, porque no habrá ninguno igual. Además, desde las nuevas páginas de la biografía escrita por Sergio Marchi, un avance de Kill Gill, ese disco que no termina de salir pero que, al parecer, vale la pena esperar

La carta:

Por Fito Páez

Para LA NACION
Buenos Aires 2007

¡Ojo! Charly es grande. Un niño envuelto en cuerpo de hombre, los ojos pícaros, la actitud maldita, la destreza del pensamiento y esa fabulosa capacidad para que todas las fuerzas jueguen a su favor. El don de la música es su látigo implacable y, como todo gran artista, no presta atención más que a sus sentimientos. "Canción para mi muerte" ya contenía la idea de la tragedia. Un flaco que entendía con esos acordes, que podían ser de Haydn, el sentido del mundo. Confesiones de invierno es su primer intento de incorporar la gran orquesta. Alguien que se anima en los comienzos de la década del 70 a jugar en estos terrenos sin ningún complejo. ...l sabía de qué se trataba porque el piano le daba esa dimensión. La expansión de los acordes en "Cuando ya me empiece a quedar solo" no era jugar a Europa y al tango. Era también fundar una nueva forma para el tango, con todos sus elementos melódicos, armónicos y rítmicos. Nebbia y Spinetta estaban haciendo lo mismo. Pero ahora estamos con Charly, que reinventa la música argentina y con ella entrega una pieza fundamental para pensar la música popular, la crítica y el tiempo.

Tendré los ojos muy lejos

Un cigarrillo en la boca

El pecho dentro de un hueco

Una gata medio loca


Un escenario vacío

Un libro muerto de pena

Un dibujo destruido

Y la caridad ajena


Un televisor inútil, eléctrica compañía

La radio a todo volumen, y una prisión que no es mía


Una vejez sin temores

Una vida reposada

Ventanas muy afiladas

Y una cama tan inmóvil


Y un montón de diarios apilados

Y una flor cuidando mi pasado

Y un rumor de voces que me gritan

Y un millón de manos que me aplauden

Y el fantasma tuyo, sobre todo...

Cuando ya me empiece a quedar solo.

Es el relato de un hombre que triunfa en la vida y se queda apenas con esa historia de amor vaya uno a saber de qué tipo, pero de amor al fin: la nombra fantasma y convive con ella a partir de un momento determinado, momento en el que la historia en cuestión se transforma en su conciencia melancólica. Ese fantasma, que para cada uno de nosotros significará algo especial, nos une a un mundo que no fue el que deseamos enteramente. Ese fantasma puede ser algo que perdimos y no hubiésemos querido perder; o nosotros mismos vueltos esos fantasmas, que nos impidieron ser más felices y así nos dejaron menos plenos. Pero, como siempre, García es poderoso a la hora de la verdad, que es el paso del tiempo y nuestra relación con ese hecho. Poder resumir en una canción una historia de este tipo es inusual. Mientras Thomas Mann se toma 700 y pico de páginas para contar lo suyo en la La montaña mágica , García se toma cinco minutos. Los dos están hablando del tiempo.

Estamos en la Argentina, en 1974. Pequeñas anécdotas sobre las instituciones marca el comienzo de una nueva y personalísima etapa en la música popular contemporánea en castellano. Charly se mete con los melotrones, los minimoogs , los clavinets y nos enseña que se puede seguir inventando maravillas en un mundo que se va degradando. Llega 1975 y ya comenzaban a aparecer los desaparecidos. García va para adelante, se carga los muertos, pero también las ganas de vivir. Adelanta la aguja en un país que solo busca anestesia e inventa La Máquina de hacer Pájaros, un grupo en consonancia con las tendencias sofisticadas del momento, único. Único porque la unicidad la daba él mismo, tirando el minimoog al piso, bailando en un país que no lo hacía, juntando a Los Beatles con Genesis, arrancando un concierto en Rosario con una rosa en la boca y las piernas repartidas entre los teclados en V. Provocando. ¡Ojo! Charly es algo... Películas , segundo disco de La Máquina , nos regala "Ruta perdedora" y "No te dejes desanimar", canciones que ya querríamos haber hecho. Después se monta Seru Giran, el máximo refinamiento dentro del rock popular escuchado en la Argentina. Después, y eso habla bien de la gente de aquí, la operación fue coronada por el éxito. Las canciones eran: "Eiti Leda", "Canción de Alicia en el país", "Cuánto tiempo más llevará", "Seminare", "La grasa de las capitales", "A los jóvenes de ayer", "Encuentro con el diablo", "Peperina".

En 1981 llega Yendo de la cama al living , álbum bisagra. Nada volverá a ser lo mismo en la canción popular argentina (otra vez). En un estudio clase "B ", García vuelve a reinventar todo. Piazzolla, Dylan, la falopa, Lennon, Willy Iturri, la viola muteada con delay corto, el tambor fuerte, el conservatorio europeo ( "¡Me duermo con todos ustedes, porque yo ya lo sé!" ), Manuel Puig y García Márquez. Después vino Clics modernos , la música del futuro, Kubrick y la exactitud.

En los años 80 Charly se movía intentando darle un centro a la escena. El centro del mundo estaba en Buenos Aires y García era Buenos Aires. El Bar Einstein, La Esquina del Sol, Cemento, el Parakultural, su casa. A los únicos a los que no los asustaba la cocaína eran a él, a Fogwill y a Enrique Symms. Después vendrían Parte de la religión y Cómo conseguir chicas , joyas argentinas modernas. La hija de la lágrima es un disco extraño, piedra fundacional del futuro del siglo 39. Un álbum hecho de pequeños retazos, aparentemente inconexos, que desafían al oyente desprevenido, lo llevan a perderse durante una hora en un caos que asustó a seguidores y crítica, porque Charly, ahora sí, se había vuelto loco. Y esto era lo que todos habían estado buscando durante tantos años. El mundo necesita arrinconar al que se anima a más, porque pone todo en peligro (como si no lo estuviera ya). García estaba aburrido de los acordes, del 4 por 4, del desarrollo de la canción, y ahora iba en busca de más. Deshace la forma de composición convencional y se encierra en un estudio con sus demos caseros, películas, CD favoritos a inventar una forma nueva, que es su ya conocida audacia. Todos se horrorizaron. La máquina de matar estaba lista otra vez, buscando esa perfección pequeñoburguesa. Charly ya no era material de consumo en los hogares, su música molestaba y agredía. Había perdido la canción, decían.

Pero su arte trasciende estas cuestiones, menores ellas, y se sitúa fuera de los cánones de la música de confort para un mundo globalizado. García se vuelve específico y original. Busca el error. Funda una mística, como todos los grandes artistas. Nos hace repensar el sentido de un arte salvaje, todavía posible; un arte vivo, que destila odio y humor, pasión y amor, y que nos intima a ser más inteligentes y volver a descubrir el mundo en el que vivimos. Yo no sé quién podría ufanarse de eso aquí. Mientras tanto, García era el falopero más grande de la historia argentina. Su carrera estaba "acabada" y eso era bueno porque se correspondía con nuestra enloquecida tradición de intentar construir todo sobre lo recién destruido por nosotros mismos, intentando así refundar el mundo, como si fuera posible. Esta idea volvería loco a cualquiera. Pero Charly no es un loco, pienso, mientras llegamos a Capilla del Monte a tocar algunas de sus canciones.

Fuente: La Nacion , ADN Cultura.

Descarga "Filosofía barata y Zapatos de Goma" "Charly García"



Video Charly garcía "Chipi Chipi"



Disfrutamos de uno de los hits de "La Hija de la Lagrima"

Descarga "Parte de la Religión" "Charly García"


martes, 30 de octubre de 2007

Descarga "Terapia Intensiva" "Charly García"


  1. Terapia intensiva
  2. Conejo tecno
  3. Desfile águila y león
  4. Alicia va a la disco
  5. Agua y piano
  6. Chicas muertas
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Caricaturas García












Charly García Vida y Obra





Carlos Alberto García Moreno nació el 23 de octubre de 1951. Es una de las figuras fundamentales de la música contemporánea argentina. Su debut discográfico se produjo en el año 1972, cuando participó del primer disco de Raúl Porchetto, titulado "Cristo Rock".

Mientras cursaba la escuela secundaria conoció a Carlos Alberto «Nito» Mestre. Junto a él y a Carlos Piegari, Beto Rodríguez y los hermanos Belia formó Sui Generis, que, tras sufrir varias deserciones, quedó convertido en un dúo. Al estilo folk norteamericano, muy de moda en aquella época, grabaron tres discos: "Vida" (1972), "Confesiones de Invierno" (1973) y "Pequeñas Anécdotas sobre las Instituciones". Por diversas razones, el dúo se separa en 1975, no sin antes organizar un recital despedida, durante el cual se registró un álbum doble, "Adiós Sui Generis".

En 1976 graba un disco con PorSuiGieco, junto a los líderes del rock acústico: Raúl Porchetto, León Gieco, Nito Mestre y María Rosa Yorio.

La Máquina de Hacer Pájaros es el nombre de su siguiente banda, un proyecto novedoso que orilla el rock sinfónico. En su corta vida tuvo dos discos editados: "La Máquina de Hacer Pájaros" (1976) y "Películas" (1977).

Entre 1978 y 1982, García lidera Serú Girán, una de las bandas claves en el Rock Nacional. Con esta agrupación editó cinco discos: "Serú Girán" (1978), "La Grasa de las Capitales" (1979), "Bicicleta" (1980), "Peperina" (1981) y "No llores por mí, Argentina" (1982).

En ese mismo año comenzó su carrera como solista. Raúl de la Torre le encargó la banda de sonido de su película "Pubis Angelical". Simultáneamente, grabó "Yendo de la Cama al Living". Ayudado por la difusión que se le daba en ese momento al Rock Nacional a través de los medios de comunicación (durante la Guerra de Malvinas estaba prohibido pasar música en inglés), el disco tuvo una gran recepción en el público. Canciones antológicas surgieron de él, como por ejemplo "No bombardeen Buenos Aires",

"Inconsciente colectivo" o "Yo no quiero volverme tan loco". Para este trabajo, la banda estaba formada por Willy Iturri en batería, Gustavo Bazterrica en guitarra, Cachorro López en bajo y Andrés Calamaro en teclados. Este material fue presentado en un imponente recital - ante 25.000 personas - en el estadio de Ferrocarril Oeste, el 26 de diciembre de 1982. En la apertura del show, Charly llegó al escenario a borde de un Cadillac rosa y, en el cierre, una lluvia de proyectiles de utilería destruyó la ciudad que formaba el decorado, mientras sonaban los últimos acordes de "No bombardeen Buenos Aires".

En su siguiente trabajo como solista ("Clics Modernos", 1983), se inclinó más por el pop-rock, aunque la canción contestataria encuentra un lugar en, por ejemplo, "Los dinosaurios". Este material fue presentado los días 15, 16, 17 y 18 de diciembre en el estadio Luna Park, acompañado por Pablo Guyot (guitarra), Alfredo Toth (bajo), Willy Iturri (batería), Daniel Melingo (saxo), Fabiana Cantilo (coros) y un joven rosarino en los teclados: Fito Páez. Este disco no fue bien entendido por el público, pues incluía - por primera vez en Argentina - temas «bailables», es decir: el ritmo tomaba otra dimensión, recortando las letras, hasta entonces concepto primordial del Rock Nacional.

La trilogía esencial de García se completa con "Piano Bar" (1984), un álbum rockero que tiene en "Demoliendo Hoteles" y en "Raros peinados nuevos" a sus máximos logros.

En 1985 no grabó ningún disco (fue editada una recopilación, "Grandes Exitos"). Quedó trunco un proyecto con Luis Alberto Spinetta, del cual sobrevivieron algunos recitales y el tema "Rezo por vos" (incluído en dicho disco). Ese mismo año fue protagonista del Festival Rock & Pop, organizado por Daniel Grinbank, donde compartió el escenario con Nina Hagen, INXS y Los Abuelos de la Nada, entre otros, que se llevó a cabo a principios de noviembre en Velez.

Junto a Pedro Aznar - y no sin levantar cierta nostalgia - grabó "Tango" (1986). Este material fue presentado en la discoteca Paladium el 26 de marzo. Su difusión fue muy escasa, pese a que dio la impresión que el proyecto daba para más. Paralelamente, renovó su banda, entonces integrada por Richard Coleman (guitarra), Fernando Samalea (batería), la vuelta de Calamaro y Melingo. Esta agrupación se denominaba "Las Ligas".

En 1987 llegó "Parte de la Religión", considerado por muchos como el mejor disco del García solista. Este material fue grabado e interpretado casi en su totalidad por él, y alterna un rock fuerte con estribillos melódicos. Es, seguramente, uno de sus discos más prolijos y compactos, desde la tapa hasta el contenido de las letras. Ya para los shows en vivo, en julio, la banda que lo acompañaba era nueva: Carlos García López en guitarra, Fernando Lupano en bajo, Fernando Samalea en batería, Fabián Quintiero y Alfi Martins en teclados y nuevamente Fabiana Cantilo en los coros.

El 15 de octubre de 1988, Buenos Aires tuvo el privilegio de ser la sede del cierre de la gira de Amnesty International, que deambuló por más de 50 ciudades de todo el mundo, clamando por los Derechos Humanos. Ese día, más de 80.000 personas asistieron a la cancha de River para aplaudir a grandes músicos internacionales, como Peter Gabriel, Sting y Bruce Springsteen, acompañados por los negros Tracy Chapman y Youssou N'Dour. Como representantes locales, León Gieco cantó su eterna "Sólo le pido a Dios" y "Hombres de Hierro", y Charly arremetió con "Demoliendo Hoteles", "Nos Siguen Pegando Abajo", "Los Dinosaurios" y "La Ruta del Tentempié".

Tras componer en 1988 la banda de sonido de la película "Lo Que Vendrá", de Gustavo Mosquera (en la cual también interpretó a un enfermero), trabajó en su siguiente álbum solista, "Cómo Conseguir Chicas" (1989), esencialmente un trabajo de recopilación de canciones sueltas, que García, por diversos motivos, nunca había grabado.

Para poder lanzar su siguiente disco "Filosofía Barata y Zapatos de Goma" (1990), García debió sortear un juicio por "ofensa a los símbolos patrios" ya que ese LP incluía una versión del

Himno Nacional Argentino, que, finalmente, terminó siendo autorizada por los Tribunales.

"Mi Buenos Aires Rock" fue el nombre del festival organizado por la Municipalidad que convoca a cien mil personas en la 9 de Julio, para presenciar a García, Spinetta, Fabiana Cantilo y La Portuaria. Si bien estaba pautado que cada artista tocara media hora, García actuó por más de dos horas y terminó con su versión del Himno Nacional en un escenario iluminado con luces celestes y blancas.

Ese disco mostró claramente la influencia de Prince en el estilo de García, influencia que se vería más notoriamente en "Tango 4", un disco compuesto e interpretado a dúo con Pedro Aznar. La idea era grabar un álbum con Gustavo Cerati, de Soda Stereo, que se llamaría "Tango 3". El puntapié inicial fue "No te mueras en mi casa" (incluido en "Filosofía Barata...") y continuó con

"Vampiro", de "Tango 4". Sin embargo, por causas que siempre evadieron comentar, el proyecto quedó en la nada.

El 22 de diciembre de 1991, como hacía casi nueve años, García reunió a 26.000 personas en Ferro para el recital Despedida del Año. En esa oportunidad, ingresó al escenario dentro de una ambulancia: era la forma que había elegido para burlarse de su internación en una clínica, a mediados de ese año. Las versiones periodísticas indicaban que Charly había ingresado con una fuerte sobredosis, hecho que quedaría confirmado con una publicitada relación amistosa con el Pastor Carlos Novelli (director del Programa de rehabilitación Andrés), que terminó en escándalo de acusaciones recíprocas.

La banda de músicos para ese segundo Ferro fue la misma que lo estuvo acompañando desde hacía un tiempo, ahora bautizada "Los Enfermeros". Entre los invitados, estuvieron Mercedes Sosa, Fito Páez y el dúo de rappers Illya Kuryaki & The Valderramas.

En 1992, García representó al rock argentino en Les Alumées, una muestra de la cultura porteña que se realizó en Nantes, Francia. Viajaron tangueros, obras de teatro, pintores y rockeros: Charly convocó a 6.000 personas y fue recibido por el Alcalde de la ciudad. En ese mismo año se dio lo que muchos esperaban: el reencuentro con Lebón, Aznar y Moro para revivir a Serú Girán. Con una placa en estudios ("Serú '92"), recitales en Córdoba, Rosario y dos estadios de River colmados, durante los cuales se registró otro álbum doble, el reencuentro no dio para mucho más.

1993 fue un año de silencio discográfico, pero de mucha presencia en los medios. El veraneo en Punta del Este dejó varias páginas impresas sobre escándalos que siempre lo tuvieron como protagonista. Le siguieron varias internaciones en clínicas de desintoxicación. «¿No te da miedo vivir así?», le preguntaron. «No, me gusta. Es parte de la religión. Los que tienen miedo se van antes. Lo que pasa es lo de siempre: si me tiño el pelo o si me interno, soy tapa de todos los diarios. Si me dieran la mitad de ese espacio cada vez que saco un disco, vendería millones», contestó (Clarín, 16/02/93).

Hacia octubre comenzó la gira que terminaría nuevamente en Ferro, a fines de diciembre. La banda soporte, "Los indeseables", sufrió la deserción de Carlos García López y de Hilda Lizarazu, ambos abocados a sus proyectos individuales (la García López Band y Man Ray, respectivamente). García convocó a María Gabriela Epumer (ex-Viuda e Hijas), para cumplir ambas funciones, guitarra y coros.

En julio de 1994 se lanza su muy publicitada ópera-rock "La Hija de la Lágrima". Como tal, este trabajo incluye muchos pasajes instrumentales y de virtuosismo. "La sal no sala" (junto a Juanse) y "Fax U" son los hits que sobresalen. En septiembre, "La Hija..." se presenta en diez funciones colmadas del Gran Rex.

En febrero del '95 se presentó en el Festival Internacional de la Canción, en el estadio Mundialista de Mar del Plata, junto a Paralamas, Antonio Birabent y Fabiana Cantilo. Repasó algunos de sus éxitos y adelantó material de su nuevo disco "Estaba en llamas cuando me acosté" (1995), al frente de la banda ahora bautizada "Casandra Lange". Todos los temas fueron grabados en vivo, durante la gira por los balnearios de la costa. La placa tiene solamente dos canciones propias: "15 forever", que había quedado afuera de "Tango 4", y "Te recuerdo invierno", una melodía que García compuso antes de Sui Generis. Por otra parte, incluye once covers, entre ellos: "There's a Place" y "Ticket to Ride", de Los Beatles; "Positevely 4th Street" (Bob Dylan) y "Simpathy for the Devil", de los Rolling Stones. "Sweet Dreams", de Eurythmics, es el único tema que no respeta la época: «Lo que pasa es que conocí a Annie Lennox en Nueva York cuando estaba por grabarlo y me lo cantó a capella. No podía dejarlo afuera», se justificó Charly.

Aprovechando el furor de los recitales acústicos, García se presentó en el ciclo "Unplugged" de la cadena televisiva norteamericana MTV, con un show que incluyó temas de todas sus etapas y que fue puesto en el aire para toda Latinoamérica en julio y editado en CD para fines de ese mismo año. El material fue tocado en vivo en el teatro Gran Rex, a fines del '95.

En el verano del '99 fue la gran atracción del ciclo gratuito Buenos Aires Vivo III, organizado por el gobierno porteño en Puerto Madero. Más de 150.000 personas aclamaron a García en un show dedicado a los desaparecidos y registrado en vivo para el disco "Demasiado Ego". Ese mismo año volvió a la polémica, al organizar un recital privado para el presidente Carlos Menem. Ese show quedó registrado en "Charly & Charly" un disco de edición limitada que no salió a la venta.

Tres años debieron pasar para que García regresara al disco, y al formato de canción en sus creaciones. "Influencia" (2002) tuvo en "Tu vicio" el corte difusión, pero el resto del material es bastante más interesante que esa melodía pegadiza pero superflua.





Discografía
Yendo de la cama al living, 1982
Pubis Angelical, 1982
Clics Modernos, 1983
12 años, 1984
Piano Bar, 1984
Terapia intensiva, 1984
Tango, 1985
Grandes éxitos, 1986
Parte de la Religión, 1987
Lo que vendrá, 1988
Cómo conseguir chicas, 1989
Filosofía barata y zapatos de goma, 1990
Tango 4, 1991
Radio Pinti, 1991
87-93, 1993
Oro, 1994
La hija de la lágrima, 1994
Oro II, 1995
Estaba en llamas cuando me acosté, 1995
Hello! MTV Unplugged, 1995
Say No More, 1996
Alta Fidelidad (con Mercedes Sosa), 1997
El aguante, 1998
Obras Cumbres, vol 1, 1999
Charly & Charly, 1999
Obras cumbres, 1999
Demasiado Ego, 1999
Obras Cumbres, vol 2, 1999
Influencia, 2002
Oro, 2003
Rock and roll yo, 2003
Música del alma (reedición), 2006
Kill Gil, 2007



Fuente Rock.com.ar menos las fotos

Charly Garcia - Entrevista (Sonoclips 1989)

Descarga "Clics Modernos" "Charly Garcia"


Decagrga "Pubis Angelical" "Charly García"


  1. Operación densa
  2. Despertar de mambo
  3. Rejas electrificadas
  4. Pubis angelical
  5. Monóculo fantástico
  6. All I do the whole night through
  7. Sereno fantástico
  8. Transatlántico art decó
  9. Caspa de estrellas
  10. Crimen, divina, productor
  11. Futuro pobre
  12. Tribunas del futuro pobre
  13. Todos los pubis juntos
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Descarga "Yendo de la Cama al Living" "Charly Garcia"



lunes, 29 de octubre de 2007

Descarga "No Llores Por Mi Argentina" "Seru Giran"


La Trastienda y Charly dio su Clase.


Sin incidentes, con un show intenso, presentó su demorado CD "Kill gil". Y repasó clásicos de todas las épocas. El final fue a todo rocanrol, con Juanse.

DEDICATORIA CHARLY TOCO Y HABLO. DIJO QUE EL TEMA "PASTILLAS" ESTABA DEDICADO A SU HIJO MIGUE Y FUE DURO CON EDUARDO DE LA PUENTE. CANTO CLASICOS COMO "EITI LEDA", "ADELA EN EL CARROUSELL" Y "FANKY". LA TRASTIENDA ESTUVO A TOPE.

Marcelo Fernández Bitar ESPECIAL PARA CLARIN

Para muchos, el anuncio era irresistible: un recital en el marco íntimo de La Trastienda, una cita casi ineludible para todo fan propulsado por esa suerte de atracción fatal, una relación de amor, odio, curiosidad y hasta morbo perverso que hace años se estableció tácitamente entre este artista y su público, que acepta gustoso el riesgo de presenciar o no una noche inolvidable, sin miedo a salir del casino contando las pérdidas y diciendo que otra vez será.

Hace poco menos de un año que Charly García no convocaba a sus fans en Capital, desde un ciclo en el hotel Faena y luego su accidentado cumpleaños en el Gran Rex. Después se embarcó en la odisea de completar junto al productor Andrew Oldham el ya mítico Kill gil que se niega a ver la luz, aunque hay versiones circulando por internet desde fines del 2006. Por eso, un ciclo de seis conciertos (de martes a jueves, durante dos semanas) bautizado Olvidate del rock nacional era razón más que suficiente pa ra hacer oídos sordos a las recientes peleas mediáticas y las infaltables voces agoreras que hacían apuestas sobre un desastre inminente. Y semejante adhesión incondicional tuvo su recompensa, al menos en la noche del debut: no hubo ningún motivo para titulares extramusicales, y la sala tuvo un lleno total con unas 600 personas que disfrutaron uno de sus mejores conciertos en los últimos tiempos.

La estructura del recital fue sencilla: una primera parte dedicada a presentar Kill gil, tocando detrás de un telón de plástico transparente junto a su fiel trío de músicos chilenos, y un segundo tramo con una docena de hits de toda su carrera. Cada tanto, una chica vestida con capucha escribía graffitis en aerosol sobre el plástico. Así, minutos antes de las 22 , el inicio fue con el rock de No importa y el espíritu más pop de Los fantasmas, con una pista del álbum sonando por debajo. Sentado al medio del escenario, detrás de sus teclados pero con la guitarra colgando, se lo veía concentrado, aunque esbozaba una sonrisa al lucirse con el piano. Buen síntoma, pensaban los más escépticos, mientras el resto optaba por disfrutar y hasta corear la letra de un tema inédito detrás de otro. Cada tanto, Charly hacía alguna referencia a la historia conceptual del disco, o alguna trivia sobre cada canción, por ejemplo contando que la batería de Un corazón para contar era del recordado Oscar Moro, que compuso Corazón de hormigón a los nueve años, o que Pastillas estaba dedicado a su hijo Migue ("No sé si la luna te hace reconciliar sólo puedes dar mentiras simples, pastillas y un hogar que no es mi hogar"). Musicalmente, abundan los guiños al estilo que construyó como solista, y en las letras confirmó su capacidad para pasar temas en inglés al castellano y hacerlos propios, como Mirando las ruedas, de John Lennon: "Dicen que estoy loco, haga lo que haga, y me dan cantidad de consejos, buenos para nada"

Siempre atento al golpe de efecto, cerró la primera parte sacándose los pantalones y mostrándose desnudo al retirarse del escenario. Volvió apenas diez minutos después, y dejó conformes a todos con sus grandes éxitos, algunos con pequeñas variaciones en la letra para hacer referencia a Cromañón, Cristina Kirchner, los reality shows, el programa El gen argentino y hasta el título del último libro de Eduardo de la Puente. Pasó del rock de Demoliendo hoteles y Rock and roll yo al lirismo de Adela en el carroussell y a la delicadeza de Desarma y sangra o Eiti-leda. La sala entera lo acompañó de pie en un karaoke gigante, mientras en los bises aparecían en una pantalla escenas del filme Ed Wood y se subió Juanse para sumar su guitarra. Y el gran final teatral, casi obedeciendo a su nueva letra de Fanky ("No puedo parar, yo no bajo un cambio"), fue un beso en la boca con Juanse y un salto para zambullirse de cabeza al público. Guitarra en alto, se retiró a camarines, a medianoche en punto. Estra vez sin convertirse en demonio ni en calabaza.




PorSuiGieco



PorSuiGieco

Charly García: voz y teclados
León Gieco: voz, guitarra y armónica
Nito Mestre: voz y flauta
Raúl Porchetto: voz y guitarra

En 1974, los líderes del rock acústico se reúnen para salir de gira. Sin un proyecto formal más que «compartir buenos momentos, divertirnos tocando y cantando», Charly García, Raúl Porchetto, Nito Mestre, León Gieco y María Rosa Yorio (por entonces la mujer de Charly) forman PorSuiGieco que, recién en 1976 y tras infinitas postergaciones y problemas, grabaron un disco con el nombre del grupo. El folk acústico de la propuesta original derivó en un estilo más eléctrico y elaborado, aunque sin perder la frescura que caracterizó a la agrupación.




Discografía
PorSuiGieco, 1976


Descarga "Peperina" "Seru Giran"


Sui Generis


Sui Generis

Charly García: guitarra, teclados y voz
Nito Mestre: voz, guitarra y flauta

Sui Generis surge de la fusión de dos bandas acústicas juveniles, que se hacían escuchar en los colegios de Caballito. Mientras cursaba la escuela secundaria, Charly García conoció a Carlos Alberto Mestre, «Nito». Junto a él y a Carlos Piegari, Beto Rodríguez, Juan Belia y Alejandro Correa formó Sui Generis, que, tras sufrir varias deserciones por diversos motivos (y en vísperas de un recital), quedó convertido en un dúo.

Nito Mestre recuerda esos momentos previos al show: «Pensamos que era el final de un sueño, pero estábamos obligados a subir al escenario. Ya nos habíamos gastado la plata en cerveza y no podíamos devolver el cachet del que nos contrató. Entonces juntamos coraje y salimos, él con la guitarra criolla y yo con mi flautita. Yo estaba muerto de miedo, pero Charly me daba ánimo. No sé cómo pasó, pero a la gente le encantó».

Tras grabar "Vida" (1972) al estilo folk norteamericano (muy de moda en esa época), el grupo comenzó a crecer en popularidad. Con un piano -«a la Elton John», como más tarde reconocería el propio Charly -, una flauta y una temática muy influenciada por Bob Dylan, trascendieron las fronteras de los rockeros, para instalarse como representantes de un grupo más amplio de la juventud. Su segundo disco, "Confesiones de Invierno" (1973), tenía un mejor sonido y más justeza instrumental, pero mantenía el estilo característico del grupo. Sui Generis ya estaba consolidado.

El 1974, para el tercero de sus discos, "Pequeñas Anécdotas sobre las Instituciones", Sui Generis se transforma en un cuarteto eléctrico, ya que se suman Rinaldo Rafanelli y Juan Rodríguez, en el bajo y la batería, respectivamente. Este profundo cambio - impulsado por el hastiado García - desconcertó al público y frenó un poco el increíble éxito del grupo. De todas formas, se rescatan temas como "Las Increíbles Aventuras del Señor Tijeras" y "Pequeñas Delicias de la Vida Conyugal".

El cuarto disco de Sui Generis se iba a llamar "Ha Sido" y sería básicamente instrumental, razón por la cual Mestre perdió interés. El desgaste, la censura, las interminables giras y la diferencia de gustos entre Nito y García llevaron a disolver la agrupación. Como broche de oro realizaron dos presentaciones en el Luna Park, el 5 de setiembre de 1975, con un lleno total y gente que quedó afuera. Un éxito inesperado hasta para ellos. Las 11 mil localidades puestas en venta se agotaron dos semanas antes del show. Decidieron agregar tres mil entradas más, que también desaparecieron de las boleterías rápidamente. Así se agregó una segunda función para la misma noche. En total: 25.600 espectadores. El recital se denominó "Adiós Sui Generis" y fue acompañado de un álbum doble y una película documental, ambos con el nombre del concierto.

A mediados de diciembre de 1980, Uruguay y Chile fueron testigos de la reunión de Sui Generis. En ese entonces, aprovecharon la ocasión para presentar el material nuevo de Charly y Nito con sus respectivos conjuntos. En Montevideo, ante 16.000 personas, Nito y su banda arrancaron con "Fusia", la bella melodía de PorSuiGieco, y "Toma dos blues". A continuación entró Charly y juntos interpretaron "Confesiones de invierno", "Mariel y el Capitán", "Natalio Ruiz", "Para quién canto yo, entonces", "El tuerto y los ciegos" y "Fabricante de mentiras". Más adelante, el resto de Serú reemplazó a la banda de Mestre, para hacer, entre otras, "No llores por mí, Argentina". Para finalizar, volvió Nito con su gente y todos rememoraron "Eiti-Leda" y "Rasguña las piedras". Una semana después, repitieron estos shows en Santiago de Chile.

En 1993, Nito publicó "Canta a Sui Generis", una recopilación que contenía los hits más importantes del dúo, pero con sonido de los '90. Con la producción de Daniel Grinbank, el disco tuvo bastante aceptación del público. García, que siempre había negado la posibilidad de reunirse con Nito para tocar juntos, reaccionó con indiferencia, aunque sólo recién de una charla entre ambos se recompuso la relación, que se había vuelto tirante. "Con Nito y el disco de Sui está todo bien. Pero me hubiera gustado que me avisara antes y no cuando el proyecto estaba terminado" (Clarín, 24/08/93). A Charly no le molestaba tanto que haya grabado el disco, sino que Grinbank fuese su productor.

Durante todo el 2000 se habló sobre el supuesto reencuentro del grupo. Y así se concretó: toda la información al respecto está disponible en BienvenidosAlTren.com, un website creado especialmente para la ocasión.





Discografía
Vida, 1972
Confesiones de invierno, 1973
Alto en la torre (simple), 1974
Pequeñas anécdotas sobre las instituciones, 1974
Adiós Sui Generis, 1975
Antología, 1991
Adiós Sui Generis Parte 3, 1995
Sinfonía para adolescentes, 2000
Si, 2001




Fuente Rock.com.ar

Seru Giran


Apodados "los Beatles criollos", Serú Girán tiene como mayor virtud haber dado el paso fundamental para que el rock pasara a ser masivo. Si bien no es la primera "super-banda", es la primera que logra llegar tanto a las clases bajas como a la media-alta, "a los rockeros y a los chetos", para utilizar el léxico de la época. Con records de ventas y espectadores en sus shows, este grupo consiguó también fusionar varios estilos musicales, para alcanzar un sonido muy particular, característico de esta transición entre décadas.

La popularidad de este grupo también se ve reflejada en las - ahora tradicionales - encuestas de la revista Pelo. Serú Girán ganó las categorías de Mejor Guitarrista, Mejor Tecladista, Mejor Bajista, Mejor Baterista, Mejor Compositor (García) y Mejor Grupo en Vivo en los años 1978, '79, '80 y '81. A esto se le agrega Grupo Revelación 1978; Mejor Cantante (Lebón) '80 y '81; Mejor Tema '78 ("Seminare") y '81 ("Peperina") y Mejor Album 1978 ("Serú Girán"). Este fenómeno se mantiene inigualado hasta nuestros días.

Tras las peleas en La Máquina de Hacer Pájaros, Charly García tomó la determinación de dejar la banda y viajar a Brasil con David Lebón, su amigo desde la época de Sui Generis. Con la plata recaudada en el Festival del Amor (Luna Park, 11/11/1977) alquilaron una casa por tres meses en Buzios, al norte de Río de Janeiro. Por no tener dinero suficiente para pagar el impuesto, todos los equipos que llevaban quedaron decomisados en la aduana.

A los dos meses Charly regresa a Buenos Aires para arreglar contrato con Oscar Lopez y Billy Bond. Una noche, en un pub donde se presentaba Pastoral, Charly quedó fascinado con la habilidad de Aznar en el bajo. Esperó a que terminara el show y fue a buscarlo a los camarines. No fue necesaria mucha charla para que Pedro aceptara viajar con él a Brasil e incorporarse al grupo en gestación. «...Cuando lo ví a Pero pelar el bajo, se me cayó la mandíbula hasta la rodilla. Pensé: este pibe es muy bueno, es casi mejor que yo», recuerda en tono de broma David. (Clarín, 03/05/1992).

Con la plata que había recibido como anticipo del contrato, costeó los pasajes a San Pablo de ellos y el de Oscar Moro, a quien ya había apalabrado para viajar. Allá se reunirían con David Lebón. «Esa misma noche tocamos por primera vez juntos y decidimos armar Serú Girán» (Charly García).

Pese a los problemas económicos, esta fue una etapa muy creativa y fructífera: compusieron más de quince temas, de los cuales se seleccionaron los mejores para la edición del primer disco.

Las sesiones de grabación comenzaron en los estudios El Dorado de San Pablo, y culminaron en ABC Recording Studios de Los Angeles, Estados Unidos.

Para "Serú Girán" (1978) contaron con la colaboración de Daniel Goldberg, quien tenía a su cargo los arreglos musicales y la dirección de la orquesta de 24 músicos que participó en algunos temas como "Eiti-Leda" o "Serú Girán". La complejidad armónica de este proyecto demuestra que, desde el comienzo, las ambiciones que tenían apuntaban mucho más alto que la del resto de los músicos nacionales de ese momento.

El resultado final del disco los entusiasmó mucho: sonaba como una fusión de jazz-rock con música brasilera. Pedro recuerda: «...cuando apareció ese álbum, la prensa le dio una importancia infernal, se creó todo una caso... había un inmovilismo total». La revista Pelo, una de las publicaciones especializadas de la época, decía: «"Serú Girán" es un álbum compacto, extremadamente pulido en su producción, a pesar de lo cual suena menos armado que La Máquina de Hacer Pájaros. (...) Serú Girán debuta con un buen álbum. Una música que trasluce los nuevos horizontes de García y sus nuevos compañeros de ruta.» (Pelo Nº104).

El primer show en vivo de Serú Girán tuvo lugar en el Riachuelo, a bordo de un barco anclado. Este recital - al cual sólo asistieron periodistas, músicos y amigos - tenía la finalidad de observar la respuesta de la crítica especializada. Esa noche el grupo se mostró sólido y contundente, lo que parecía, abriría las puertas del público masivo rápidamente.

El debut en vivo de la banda ante el público porteño ocurrió dos semanas después, el 28 de julio de 1978, en el estadio Luna Park, con orquesta (sección de cuerdas y vientos) y circuito cerrado de televisión. En al parte trasera del escenario, una pantalla gigante mostraba a los músicos dirigiéndose a escena. David, Pedro y Oscar salieron vestidos totalmente de blanco, mientras que Charly eligió una malla negra, saco y zapatillas. El comienzo del recital, con la orquesta a pleno interpretando la poderosa introducción del tema "Serú Girán", presagiaba una noche inolvidable. No fue así. Cuando tocaron el tema "Disco Shock"- una sátira de la música disco, tan en boga en el momento - la gente presente creyó que era en serio y, tras un coro de silbidos, empezaron a pedirle a García el "Blues del Levante", el tema que había compuesto con motivo de la despedida de Sui Generis. El público quedó desconcertado y el resto del recital transcurrió ante la indiferencia general. La gente no había entendido el mensaje, o Serú no había sabido expresarlo.

Las críticas de los medios contra la banda arreciaron. El diario La Opinión, por ejemplo, publicó que eran lo peor que había en la Argentina, y sostenía que tenían «voces homosexuales». Estas declaraciones eran la culminación de una "campaña de desprestigio" que había tenido lugar contra García, mientras el grupo estaba ensayando en Brasil. La vanguardia de esa campaña había sido el titular: «Charly García, ¿ídolo o qué?».

Para el segundo trabajo discográfico, "La Grasa de las Capitales" (1979), Serú eligió una propuesta mucho más directa. Eliminaron la orquesta, que no había sido totalmente aceptada por el público, y compusieron temas más simples y directos.

La crítica de la revista Pelo a este disco fue bastante positiva: «"La Grasa..." es un disco que va a tener admiradores y detractores igualmente incondicionales. Por un lado, estarán los que darán la bienvenida a un García que abandonó la complejidad y retorna a la temática de crítica social que tan bien desarrolló anteriormente. Y por el otro, habrá quienes condenen esta simplicidad como falta de progreso. Pese a todo, es uno de los trabajos más logrados del año.» (Pelo No 122).

Los rumores de separación quedaron desacreditados con la presentación del long-play, a lo largo de seis funciones en el Auditorio Buenos Aires, previa gira por las ciudades de Córdoba, San Luis y Mendoza. Tras la experiencia frustrante del comienzo, prefirieron no exponerse demasiado y escogieron un lugar pequeño.

El show comenzó en la oscuridad total, mientras se escuchaba el playback del coro de introducción al tema "La Grasa...". Acto seguido, se encendieron todas las luces y la banda irrumpió en el escenario. "Viernes 3 AM", "Perro andaluz" y "Los sobrevivientes" fueron los temas más festejados por el público. También hubo lugar para la nostalgia:

"Seminare" y "Eiti-Leda" obtuvieron el reconocimiento de la gente, durante los bises. A fuerza de recitales y tenacidad, Serú logró revertir las opiniones de la crítica y del público. Allí comenzó a gestarse el fenómeno masivo que aún hoy persiste.

El siguiente álbum de Serú Girán se llamaría "Bicicleta" (1980). Años más tarde se recordaría el tercer disco de Serú Girán como lo mejor de la agrupación, llegándoselo incluso a comparar con "Abbey Road", el transformador duodécimo LP de los Beatles. Sin embargo, en ese entonces, los medios «especializados» no le atribuyeron al material tanta importancia. Por ejemplo, Pelo comentaba: «...el tercer álbum de Serú Girán probablemente recorrerá el camino del éxito que tuvieron los anteriores, pero es difícil que "Bicicleta" representa plenamente el poderío de esta banda. (...) Serú Girán llegó al máximo de sus posibilidades sobre un escenario, pero todavía le falta andar mucho camino en los estudios». (Pelo No 139).

El disco "Bicicleta" - nombre que en un principio Charly había propuesto para el grupo, pero fue rechazado por el resto - fue presentado en Obras, el 6 y 7 de junio de 1980. En el escenario se podían observar ruedas de bicicleta, conejos y flores, algo que llamó la atención del público y de la prensa, por ser el primer grupo que tenía algún tipo de preocupación por la puesta en escena. El hecho se debió a que Serú Girán había delegado la responsabilidad escenográfica a Renata Schussheim, una vieja amiga de Charly. A partir de "Bicicleta", Serú Girán comenzó con sus grandes shows.


Un mes después, en agosto de 1980, se presentaron en el Monterrey Jazz Festival, en Río de Janeiro. Tradicionalmente, los representantes argentinos en este festival estaban más vinculados al jazz o al tango que al rock progresivo que proponía Serú. Ese año el concierto se dividió en dos partes. En la primera, se presentaban Serú, el guitarrista Pat Metheny y George Duke. El éxito obtenido por los argentinos en esa función fue tal, que los organizadores les ofrecieron volver a tocar en la segunda - la principal - junto a John McLaughlin, Hermeto Pascoal, Edgberto Gismonti y Weather Report. «Cuando tocaba McLaughlin, la gente patinaba y le tiraba avioncitos de papel. ¡Yo me quería morir! Si a McLaughlin le hacían eso, a nosotros nos achuraban», recuerda García. Sin embargo, esta predicción resultó completamente errónea. La principal razón de la respuesta favorable del público residió en la variedad de matices en los temas interpretados por ellos y, asimismo, algunos de éstos tenían una cadencia marcada que invitaba al baile.

Este festival marcó dos hechos muy importantes para la vida del grupo. Por un lado, se hicieron conocer y dejaron una muy buena impresión entre los cariocas, hecho destacado incluso por la prensa argentina (Clarín, 28/08/80). Por el otro, allí fue donde Pat Metheny conoció a Pedro Aznar: el comienzo del fin.

Antes de terminar el año, otros dos hitos en la Historia del Rock Nacional tendrían como protagonistas al grupo. El primero, fueron los dos recitales (12 y 13 de setiembre) en los que tocaron junto a Spinetta Jade. Es un hecho histórico que dos grupos de semejante magnitud estuvieran simultáneamente en el escenario.

Cuando apareció Luis Alberto Spinetta y arrancó con el tema de Sui Generis "Cuando ya me empiece a quedar solo", la gente entendió que no se encontraba ante un recital común. Luego, de la oscuridad, surgió Charly con el tema "Que ves el cielo". Bajo un clima enfervorizado, Lebón interpretó "Música del alma" y luego entraron todos los demás: Aznar y Moro, por un lado, Spinetta, Pomo, Satragni y Rapoport y Del Barrio por el otro. Juntos tocaron temas de la agrupación comandada por el Flaco, y la gente aplaudió a rabiar. El recital se cerró con los dos grupos sobre el escenario interpretando "El mendigo en el andén" y "Crisálida".

La actuación de Spinetta Jade fue muy aplaudida, pese a su difícil estilo. Fue notorio el esfuerzo de Spinetta por lograr mayor simpleza en su música, para que el público de Obras pudiera entender su mensaje. Serú Girán, en cambio, fue ovacionado desde el comienzo, dejando en evidencia el increíble «feeling» que tenía con la gente.

El otro hito importante tuvo lugar en la Rural. El 30 de diciembre, 60.000 personas, según cifras de la Policía Federal, se congregaron para escuchar a la banda número uno: «... el picadero de la Rural estaba abarrotado. Una compacta cola (...) llegaba hasta la estación Pacífico. Aunque la Policía no encontraba clave alguna en la letra de "Alicia en el País", repetida hasta el cansancio, igualmente retuvo a un puñado de muchachos. Los productores negociaron y finalmente ese 30 de diciembre no hubo detenidos» (Ramos / Lejbowicz, pág.23). García comentaba: «...con este asunto de ir a los recitales y que te lleve la cana, la gente al final se da cuenta de que lo único que te pasa es que vas a dormir en una comisaría, pero que nadie puede para toda la onda». (Humor, año 1981).

En 1981 el presidente de facto Roberto Viola buscó acercarse a los músicos. Inteligentemente, utilizó la fuerte ascendencia de éstos sobre la juventud, para mostrar al país su «aflicción» por los problemas que sufrían los jóvenes. Los rockeros no salían de su asombro. Spinetta recuerda una anécdota al respecto: «Yo les batí un par de cosas y también les sugerí que construyeran el observatorio más grande del mundo... un delirio, pero qué les iba a decir?» (Berti, pág.60). En el tema "Encuentro con el diablo", David Lebón ironizaba sobre esta reunión: «nunca pensé encontrarme con el jefe / en su oficina de tan buen humor / pidiéndome que diga lo que pienso / qué es los que pienso yo de esta situación.»

"Peperina" (1981), el cuarto disco de Serú Girán, que se había empezado a grabar en abril, fue lanzado para fines de ese año. La historia de Peperina es conocida: «Quiero contarles una buena historia / la de una chica que vivió la euforia / de ser parte del rock / tomando té de peperina». El tema trata acerca de una señorita que escribía notas de rock en Córdoba. Siempre que Serú tocaba en esa ciudad, ella calificaba la presentación uno «un bochorno». De más está decir que, pese a sus defenestrantes críticas, los estadios se llenaban. Se dice que cuando escuchó «su» tema por primera vez, acotó que Serú Girán seguía sin gustarle, pero que García era "un buen sociólogo" (?).

Con respecto al disco, Charly sostiene que es un adelanto notable en cuanto a la calidad de grabación. Sin embargo, la revista Pelo no se mostró muy conforme con este trabajo: «Peperina no impresiona como un álbum compacto. En él hay canciones que nítidamente se diferencian de nivel, literaria y musicalmente. (...) Tienen marcas familiares de toda la música de Serú: canciones melancólicas, melodías agradables sobresaltadas por algún riff ardiente y las mismas falencias de producción que el grupo arrastra desde su primer trabajo discográfico (...) El disco no decepcionará a los seguidores, pero no tiene la homogeneidad de "La Grasa..." y plantea el interrogante sobre el futuro (...) Llegó el momento difícil: están en la cima y lo que hagan puede hacerlos afirmar o tambalearse». (Pelo Nº154).

Por el contrario, Gloria Guerrero, en el número 63 de Humor, comentaba: «El álbum, por lo poco que pude escuchar de él en un cassettito, la gasta, y tal cosa no me sorprende». En el número siguiente, completa: «...probablemente, "Peperina" no representa un 'enorme' paso al frente luego de su trabajo anterior. Parece, a fuerza de ser sinceros, algo así como un "álbum complementario" de "Bicicleta", aunque más suelto y espontáneo».

Los días 4, 5 y 6 de setiembre el disco fue presentado en el estadio Obras. En honor al Sgt. Pepper's de Los Beatles, Serú Girán salió a escena con un show simple. Esta sencillez permitió que la conjunción música-imagen se diera sin altibajos. En principio, cuando Charly y David compusieron los temas de este disco, García pensó que se trataba más de una película que de un long-play. Por eso se le ocurrió la idea de poner en el recital una pantalla gigante, proyectar videos grabados especialmente y que el grupo tocara en penumbras, acompañando a esas imágenes. Lo que impidió la concreción de esta idea fue el techo demasiado bajo del estadio: la pantalla taparía gran parte del escenario y ellos quedarían ocultos casi completamente. Finalmente, la idea fue descartada.

Para despedir el año, tocaron el 25, 26 y 27 de diciembre en el teatro Coliseo, en la Capital Federal. Para esos shows, Charly contrató a las Bay Biscuits, un grupo de teatro-rock integrado por Vivi Tellas, Mayco Castro Volpe, Lisa Wakoluk, Diana Nylon y Fabiana Cantilo (ésta última sería luego corista estable de la banda de Charly). El número iba intercalado en el concierto y fueron recibidas con chiflidos e insultos de todo tipo.

En enero del '81 Aznar es convocado por el guitarrista norteamericano Pat Metheny para incorporarse a su banda. Acordaron encontrarse en Estados Unidos, ya que Pedro viajaría al año siguiente para estudiar en la Universidad de Berklee. Este hecho marcaría el final de la banda.

Las críticas de los discos anteriores coincidían en una cosa: a Serú, en estudios, le faltaba la fuerza y la energía que tenía en vivo. Fue necesario esperar hasta el final mismo de esta agrupación (al menos en ese momento la disolución era definitiva) para conseguir el registro de ese material.

«Cuando Pedro me comentó que se iba, me sentí muy mal - rememora Charly - porque habíamos logrado un grupo que sonaba muy bien (...) Habíamos conseguido mucha comunicación con la gente (...) Además, se nos estaban abriendo las puertas de Europa y sin él no lo vamos a poder aprovechar. Por otro lado, Pedro es un músico que está muy por sobre el nivel de lo que es la Argentina ahora (1982) y era lindo tocar con un tipo así. Pero también me sentí muy bien porque Pedro tiene otras perspectivas de vida y otros gustos musicales. El quiere realizarse como persona, y me parece bárbaro». (Pelo Nº160).

Cuando Aznar le anunció al grupo que se iba, todos decidieron tomarse un tiempo para reflexionar. Fue así que Charly viajó a Brasil para trabajar en su primer disco solista; David se tomó unas vacaciones en Punta del Este y Oscar se quedó en Buenos Aires. Al mes siguiente (febrero de 1982), los cuatro músicos se reunieron para realizar una gira por la Costa Atlántica: San Bernardo, Villa Gessell, Necochea, Pinamar, Miramar, Santa Teresita y, obviamente, Mar del Plata fueron los sitios elegidos por la banda. El día final de la agrupación estaba cada vez más cerca.

Pero la historia del grupo merecía un broche de oro: era necesario un Adiós Serú Girán. Debía ser un concierto espectacular y se organizó para los días 6 y 7 de marzo en Obras Sanitarias, la Catedral del Rock. En esa oportunidad, el grupo «...sonó como nunca y la labor de los músicos en el escenario no escatimó fervor, a pesar de estar grabando en vivo. Charly, David, Pedro y Oscar ofrecieron un espectáculo sólido, vibrante y emotivo, y en el cual se evidenció un soplo más rockero en el estilo del grupo. Pedro Aznar fue despedido con una ovación porque, a pesar de que sus gustos musicales distaban de los del resto del grupo y del público en general, le dio a Serú (...) un sonido muy particular y distintivo». (Leyendas Nº7).

"No llores por mí, Argentina" (1982) terminó siendo una recopilación en vivo de los éxitos más importantes de la banda, con la excepción del tema homónimo y "Popotitos", un cover del clásico tema.

Al respecto, Gloria Guerrero comenta: «...había tres razones (para esperar este LP). La primera, conservar el último testimonio del trabajo de Pedro Aznar. La segunda, asistir, por fin, al sonido de Serú Girán en vivo. La tercera, tener a mano los temas nuevos: "No llores por mí" y "Pena en mi corazón" (...) Como última obra de Serú Girán-cuarteto, tiene todo el valor histórico y todo el valor que le confiere la indiscutida calidad del grupo». (Humor Nº84).

"No llores..." es un tema fuerte, que marca una especie de resumen de época, una suerte de balance - no olvidemos que fue compuesto en 1982, en los albores de la Guerra de Malvinas, la caída de la Junta Militar y el posterior advenimiento de la Democracia - en un tono de protesta y reproche a la vez, un estilo que tanto rédito le daría a García en los años posteriores.

Si bien en un primer momento se barajó la posibilidad de continuar como trío (pasando Lebón a la doble función de guitarrista y bajista) y, en todo caso, buscar algún reemplazo para las presentaciones en vivo, la falta de motivación fue evidente y el proyecto quedó descartado. Lebón trabajaba en su proyecto solista "El tiempo es veloz" y García ya estaba embarcado en su álbum doble "Yendo de la cama al living / Pubis angelical".

El 16 de mayo de 1982, Serú participa del Festival de la Solidaridad Americana, organizado ante 60.000 personas en el campo de hockey de Obras, para recolectar elementos para los chicos argentinos que sufrían en Malvinas y agradecer a los países que habían prestado su apoyo y se habían solidarizado con Argentina. Transmitidos en directo por radio y televisión, se presentaron los músicos más importantes del momento: lo que quedaba del ya disuelto Serú Girán, León Gieco, Spinetta Jade, Raúl Porchetto, Nito Mestre, y muchos más.

Desde mediados de 1991 se comenzó a manejar la posibilidad del retorno de Serú. «Se trata de superar un recuerdo. - reflexionaba García por aquella época - Hace mucho que estamos trabajando para no perder la grandeza, para que el tipo que alguna vez vio a Serú Girán lo vuelva a ver y no se decepcione y para que los chicos que no lo vieron tengan un flash». Exactamente eso fue lo que ocurrió. "Serú '92" es, sin dudas, el más flojo de todos los discos de la banda. Mucho más pop, por momentos peca de "light", falto del compromiso característico.

Sin embargo fue un éxito comercial, con ventas que superaron las 200.000 copias y multitudinarios shows en Rosario, Córdoba y dos en la Capital Federal, éstos últimos ante más de 160.000 personas, los cuales fueron editados en dos nuevos LPs. Si bien los Serú no querían convertir su retorno en un negocio - y menos para otros - ésto no quedó totalmente al margen de sus planes. «Terminemos de una buena vez con la división entre el espíritu y la materia. Es todo lo mismo: sentimos un inmenso placer por tocar y eso tiene un precio que mucha gente no dudará en pagar. Una cosa no excluye la otra» (Pedro Aznar a Clarín, 03/05/92). "¿Si era por plata? Claro que era por plata... entre otras cosas. No vamos a tocar en River por nada. Obviamente que te tenés que defender y una vez que estás ahí arriba, algo tenés que hacer. Y creo que la hicimos bastante bien. La plata es un elemento más, si no la tenés, no podés hacer el show". (García a Clarín, 21/01/93).

También quedaba flotando la incógnita sobre si el regreso sería para esos shows o si se proseguiría con el proyecto interrumpido abruptamente en 1982. Previo a salir al ruedo, nadie se atrevió a confirmar ninguna de las dos posibilidades, quizás porque ni ellos mismos lo supieran. Durante los bises del segundo y último show de la banda en Buenos Aires, estalló esa pelea latente que reinaba desde tanto tiempo atrás entre García, de fuerte personalidad y líder natural del grupo, y David Lebón, harto de las ansias de protagonismo de aquél. Fue necesaria la mediación de Pedro Aznar para que el guitarrista subiera nuevamente al escenario y así, todos juntos, se despidieran definitivamente de las presentaciones en vivo.

En síntesis, terminó siendo un momento en el cual todos (los de adentro y los de afuera) hicieron de cuenta que el tiempo no había transcurrido. De esa forma, y sólo de esa forma, el retorno de Serú Girán fue positivo. El estallido de los fuegos artificiales que cerraron el show terminó por despertar esa melancólica suposición, para enterrar definitivamente a la banda.

En 1995 se editó una recopilación, "Oro", aprovechando el lanzamiento de la película "Peperina", dirigida por Raúl de la Torre y protagonizada por Andrea del Boca en el papel de Patricia Perea (la verdadera Peperina). Este film contiene secuencias documentales del retorno de 1992.

Oscar Moro falleció en julio de 2006, víctima de una hemorragia estomacal.




Discografía
Serú Girán, 1978
La grasa de las capitales, 1979
Bicicleta, 1980
Peperina, 1981
No llores por mí, Argentina, 1982
Serú '92, 1992
En vivo, 1993
Oro, 1995
El álbum, 1996
Yo no quiero volverme tan loco, 2000





Fuente Rock.com.ar

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